La enfermería es un trabajo esencial, pues permite que los pacientes reciban la atención que necesitan. Sin embargo, los y las enfermeras se exponen a riesgo todos los días. Afortunadamente, familiarizarse con estos peligros puede ayudar a priorizar la prevención y saber qué hacer en caso de emergencia.
Riesgos biológicos
Los riesgos más evidentes en los hospitales y consultorios son los que están ligados a la salud. Por ejemplo, los y las enfermeras pueden exponerse a infecciones como el coronavirus y las hepatitis B y C. Asimismo, pueden contraer bacterias y otras enfermedades contagiosas.
Para prevenir estos riesgos, es importante seguir todos los protocolos de seguridad del lugar donde trabaja. Recuerde portar su equipo de protección individual (EPI) para evitar peligros biológicos. Además, hacerse exámenes médicos regularmente puede ayudarle a detectar posibles contagios o condiciones derivadas de sus actividades laborales.
Riesgos químicos
Usualmente, las enfermeras manipulan sustancias químicas que pueden representar un peligro para su salud. Por eso, es importante seguir los protocolos sanitarios al administrar medicamentos y estar en contacto con otras sustancias. Asimismo, es esencial recordar que la exposición prolongada a la radiación es peligrosa para los trabajadores de la salud.
Riesgos físicos y ergonómicos
En ocasiones, las y los enfermeros tienen que hacer esfuerzos físicos extraordinarios para cumplir con sus labores. Estos pueden incluir transferir a pacientes de un lugar a otro, u operar equipo pesado. Como consecuencia, pueden sufrir lesiones de espalda y cuello, limitando su capacidad de trabajar.
También pueden sufrir tropiezos, caídas y resbalones, con graves consecuencias en su salud. Usted puede cuidarse de estas lesiones siguiendo las técnicas recomendadas para el traslado y la transferencia de los pacientes. No obstante, hasta los profesionales más cuidadosos pueden sufrir lesiones causadas por su trabajo.
Riesgos de salud mental
No todas las lesiones laborales son visibles a simple vista. Las profesiones relacionadas con la salud suelen tener un nivel alto de estrés. Esto puede causar daños a largo plazo en los trabajadores, además de reducir su motivación. Otras condiciones adversas, como abusos verbales y acoso, también pueden tener consecuencias graves en la salud física y mental de los trabajadores.
Las cargas de trabajo excesivas y los turnos laborales extendidos también representan riesgos para su salud mental. Esto es especialmente peligroso durante periodos de emergencia, donde las actividades se vuelven más demandantes. Por eso, es importante conocer los signos de alerta y buscar ayuda al detectar condiciones de salud mental.
Como trabajador de la salud, debe conocer los riesgos inherentes del trabajo e intentar prevenirlos. Sin embargo, sabemos que los accidentes pueden pasar en cualquier momento. Si usted sufre una lesión o condición de salud derivada de su trabajo, puede contactar a un abogado. De esta manera, puede iniciar los procedimientos legales necesarios para buscar una compensación laboral.